Varias especies de ranas, sapos y tritones, suponen las principales especies de anfibios que pueden encontrarse en Extremadura. De estas los más difíciles de encontrar son los últimos.
Los tritones viven cerca de corrientes y masas de agua. El ejemplar de la foto se corresponde con un tritón gallipato (Pleurodeles waltl), el anfibio urodelo (que tiene cola, a diferencia de otros anfibios como las ranas y los sapos) más grande de Europa, cuya distribución se limita prácticamente al centro y el sur de la Península Ibérica.
Este ejemplar estaba en una calle de Santa Marta en una pasada noche de llovizna, beneficiándose del agua que se había formado en un pequeño charco. Es curioso que se encontrara en pleno núcleo urbano, lejos de cualquier arroyo o charca, pues suelen pasar la mayor parte del tiempo en el agua. Si bien también resisten a la escasez del agua en tiempos de sequía, no es frecuente encontrarlos alejados de ésta, por lo que en estos casos, aprovechan la humedad que puedan obtener en el terreno aunque sea lejos de los hábitats acuáticos donde se espera encontrarlos.
De hábitos principalmente nocturnos, este gallipato debe refugiarse por el día en solares cercanos, donde también se alimentará, aunque es posible que esté de paso por estas calles y se mueva por otros solares y cercas buscando un entorno acuático donde reproducirse, pues entre diciembre y enero es su época.
Si bien es una especie ampliamente distribuida, su hallazgo no deja de ser llamativo para quien guste de observar fauna autóctona, y más cuando se da en un lugar donde no se espera hallarlo.
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