domingo, 10 de enero de 2021

Santa Marta de Magasca: una península-aguijón en medio de la penillanura

 

SANTA MARTA DE MAGASCA: UNA PENÍNSULA-AGUIJÓN EN MEDIO DE LA PENILLANURA


Por Andrés Alberto Amarilla Toril

Cronista Oficial de Santa Marta de Magasca

 

 

1.     Aguijones

2.     El Almonte y sus afluentes

3.     La península de Santa Marta

4.     Galería fotográfica

 


1.     Aguijones

Según la Real Academia Española, una península es una “tierra cercada por el agua, y que solo por una parte relativamente estrecha está unida y tiene comunicación con otra tierra de extensión mayor”.

Santa Marta de Magasca se localiza entre dos ríos: el Magasca, que nos completa el nombre, y el Tamuja. El núcleo urbano se ubica próximo a la confluencia de ambos, lo que en términos geográficos se conoce como un “aguijón”. Como Aguijón estaba catalogada la vieja aldea de Marta para la administración trujillana hasta su “independencia” en 1559, año de la declaración como Señorío. Quizás sea una coincidencia, pero esa etiqueta describía bien su ubicación física.

No muy lejos de aquí existen otros “aguijones”: el Aguijón de la Mina en Berzocana, en la confluencia de los ríos Garciaz y Almonte; el Aguijón de Rubiales (Zorita), en la confluencia del Arroyo del Canchal con el de Pizarroso; el Aguijón de Pantoja (término de Trujillo), en la confluencia del Tamuja con el Almonte; el Aguijoncillo (Garciaz), en la confluencia de los ríos Valbellido y Garciaz; o los Aguijones (Cáceres) de las confluencias del Salor con el Ayuela y con el Casillas.

Aguijones, o “espigones”, como también se llama en Marta a la franja de terreno que queda inmediatamente a la confluencia o “junta” de dos cauces fluviales, hay muchos sin nombre oficial en toda la zona de la Penillanura Trujillano-cacereña, pero que localmente han sido denominados por multitud de topónimos desde siempre que ayudaban a la orientación y localización cotidiana.

Las “vueltas” también han identificado a los meandros más acusados, como sucede en no pocas ocasiones a lo largo del cauce del río Tozo.

 

2.     El Almonte y sus afluentes

El encajonamiento de la red fluvial durante el Cuaternario en los antiguos y arrasados materiales pizarrosos precámbricos y cámbricos de la penillanura, ha dado lugar a una morfología alomada con multitud de arroyos y regatos que vierten a los “grandes” ríos de esta zona, complementando el paisaje de ribero que estos forman y que tanto contrastan con su entorno inmediato más llano y monótono.

Los ríos de la penillanura de mayor entidad nacen en su mayoría en Las Villuercas (Sierra de Guadalupe) y sus estribaciones, siendo el Almonte el de mayor importancia. En éste vierten sus aguas el Berzocana, el Garciaz (y su afluente el Valbellido), el Tozo (y su afluente Marinejo o Merlinejo), el Tamuja y el Guadiloba, además de otros arroyos.

El Tamuja nace en la Sierra de Montánchez, y recibe las aguas del Gibranzos, que también nace en esta sierra; y del Magasca (nace en la sierra de Madroñera, estribación de la Sierra de Guadalupe) y del afluente de éste el Magasquilla (estribaciones de la Sierra de Montánchez).

 

3.     La península de Santa Marta

El término municipal de Santa Marta está totalmente condicionado por estos últimos ríos. El Tamuja hace de límite con el término de Cáceres por todo el oeste, y el Magasca hace lo propio con el de Trujillo por el norte. El este limita con el término de La Cumbre por el llano, haciendo otro cauce fluvial (Arroyo de los Cerralbos o Arroyo Hondo) de límite en buena parte del mismo; y el sur con un enclave de Trujillo, en el que el tramo final del Gibranzos establece la “frontera”.

Como vemos, la mayor parte de nuestro término municipal es río, o mejor dicho, cauce, ya que el estiaje estival seca las corrientes. Estos cauces (Tamuja, Magasca y Gibranzos) se encuentran fuertemente encajados, con un exuberante paisaje de empinados, agrestes y frondosos riberos, una reliquia natural protegida bajo la figura de ZEPA-LIC Riberos del Almonte (la denominación incluye los cauces de sus principales afluentes, entre ellos el Tamuja y el Magasca), aunque muy desconocidos e inaccesibles para la población.

Los llanos del entorno de Pascualete se abren hacia Trujillo de forma más suave. Serían la parte de esta “península” administrativa que nos une a “la tierra de extensión mayor”. No en vano, este fue el único camino de entrada/salida del pueblo que antaño había cuando los ríos tenían crecidas importantes, o, como se dice aquí, cuando iban “aventaos”, y más teniendo en cuenta la poca existencia de puentes, hecho que dejamos para otro artículo.

Mapa con el término de Santa Marta. Fuente elaboración propia, Instituto Geográfico Nacional.

 

4.     Galería fotográfica

Río Magasca. Río Tamuja

Riberos del Magasca. Límite entre los términos municipales de Santa Marta de Magasca y Trujillo



 


Riberos del Tamuja. Límite entre los términos municipales de Santa Marta de Magasca y Cáceres



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