La
piedra hincada de La Carrona
Por
Andrés Alberto Amarilla Toril.
Cronista
oficial de Santa Marta de Magasca
Monolito hincado en la tierra. Se ve
Santa Marta al fondo.
Se trata de un monolito vertical de granito, hincado en la tierra, con una posición solitaria en este amplio páramo de esta zona de la Penillanura Trujillano-cacereña. No hay vegetación arbórea ni arbustiva en los alrededores, tan solo un erial de pasto (el cual desaparece en verano debido a los ganados de la finca, que dejan el suelo en pura tierra) y canchales de pizarra, única roca del área, por lo que cualquier presencia granítica ha sido importada artificialmente, traída de otros lugares.
La
posición vertical del monolito se ve afectada por una ligera inclinación hacia
la zona donde cae la pendiente. Su forma es alargada y estrecha, con el extremo
superior toscamente puntiagudo, una cara prácticamente plana y otra convexa;
forma similar a algunos menhires megalíticos prehistóricos, a pesar de tener un
pequeño tamaño respecto al mayor que generalmente presentan estos.
Menhir del Rábano, Valencia del Ventoso (Badajoz) y uno de los menhires de Padrão, Raposeira (Algarve). Fuente: clic en cada nombre, que contienen interesantes artículos sobre el megalitismo en Extremadura y el Algarve.
Mide 1’05 m de alto, 40 cm de ancho en las caras delanteras y traseras y 20 cm en las laterales. No presenta ninguna marca, grabado o inscripción. No sabemos la profundidad de la parte enterrada, pero debe ser de alrededor de un 20% del total de largo del monolito, cuya base está reforzada en una de las caras con varios fragmentos de rollo cuarcítico encastados en el suelo.
A
priori llama la atención la posición, pues no se encuentra en la parte alta de
ningún cerro. Tampoco se encuentra cerca de ningún elemento geográfico
destacable. Si bien en un principio no se puede asociar con nada, salvo la
forma similar a los menhires señalados, basta con buscar por el valle abajo que
desde aquí parte para encontrar otra piedra idéntica a esta, a unos 300 m del
primero. Este monolito está tumbado en el suelo, y las medidas son solo ligeramente
superiores al anterior. Además, entre uno y otro, se aprecia una línea gruesa
de tierra prácticamente en todo el tramo, por lo que estamos ante una antigua
linde entre terrenos. A unos metros se encuentra una alambrada, que delimita la
actual cerca.
Vista de las cuatro caras del
monolito.
Unos
metros más abajo, junto al regato, hay otro monolito de granito tumbado, éste
es prismático y se muestra menos desgastado por la erosión, por lo que parece
más reciente. Como este hay otros por la cerca, que en su día marcarían unos
límites diferentes a los actuales de la alambrada. Además, en el entorno hay
otros restos de fragmentos de granito que pudieron formar parte de molinos
manuales, frecuentes en tiempos romanos y tardorromanos, periodo este último en
el que toda esta área estuvo ocupada.
Segundo monolito con forma de pequeño menhir y otros monolitos prismáticos. En la última foto se observa el cortijo de la Revilla de Guadalupe y Santa Marta al fondo.
¿Cuándo
pudieron colocarse estas piedras aquí y con qué finalidad? Llama la atención la
forma puntiaguda de los dos parecidos a un menhir, diferentes del resto de
monolitos prismáticos, de los cuales hay varios. ¿Son estos dos más antiguos
que los otros? Es posible, ya que además parecen estar más afectados por la
erosión. La razón estaría en la búsqueda de delimitar las tierras entre una propiedad y otra a través de hitos rocosos. La colocación de estos es frecuente en la Edad Moderna y aún
antes, en tiempos medievales, aunque no se puede asegurar que estos hitos sean
de estas épocas, pues el uso de este tipo de demarcación se ha dado hasta
mediados del siglo XX. En ningún caso de los hitos que hemos visto en esta
cerca hay ninguna marca o grabado, algo que en tiempos más recientes sí solía
hacerse (escudo de la finca, iniciales con el nombre, etc.). En el caso de los
dos monolitos con forma de menhir, en la comarca hay algún que otro ejemplo, como
en el Berrocal trujillano.
Las
lindes que marcarían estos monolitos graníticos han cambiado de lugar, por lo
que han quedado abandonados. En ocasiones, estas piedras delimitadoras se
han trasladado y se han reutilizado en construcción (cortijos, chozos, zahúrdas, cercados, porteras, etc.), pero en este caso han quedado esparcidas por la cerca donde se ubican, llamando la atención el monolito en
forma de menhir hincado en la tierra que aún permanece en pie.
Ubicación de la piedra hincada:
Latitud: 39° 32′ 40,52″ N
Longitud: 6° 02′ 28,51″ W
Altitud
(m): 405,00
Datum: ETRS89
Para llegar, desde Marta se coge la carretera de Monroy. En el cruce girar a la derecha, dirección La Aldea, llegando a poco más de un km (pasando el km 17) a la entrada de un camino de servidumbre que da acceso a los cortijos de la zona. Antes de 500 m sale un pequeño camino a la derecha (círculo pequeño), y tras pasar una puerta llegamos a la piedra (círculo grande y Ⴕ¹).
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